La anorexia en Internet: callar bocas no es la solución

Hoy tengo la necesidad de hacer una entrada seria, sobre un tema muy polémico que llevo siguiendo desde hace años y sobre el cual he ido cambiando de perspectiva, especialmente desde que terminé mi trabajo de fin de carrera.

Mi primer intento de acuarela, "Ana" y su simbología. Es la portada de mi presentación del TFG

Se trata de los blogs que escriben (sobretodo) chicas que sufren Trastornos de la Conducta Alimentaria, y concretamente mi intención era la de cambiar la perspectiva que la Opinión Pública y las Autoridades Sanitarias tienen sobre ellos.

Para empezar, no me gusta llamarlos "pro" anorexia, porque si algo me ha enseñado mi trabajo de investigación, es que muy muy pocos promueven realmente la enfermedad.

Cuando me dispuse a seleccionar la muestra de mi trabajo me planteé elegir cuatro blogs: dos de ellos que aparentasen ser meros diarios personales, y otros dos que se correspondiesen con el prototipo que tiene la sociedad de blogs "pro anorexia". Necesitaba que estuviesen actualizados y tuviesen un ritmo de actividad constante. ¿Cuál fue el primer problema? Que los blogs que la gente entiende como "pro ana" o "pro mía" prácticamente no existen. Existieron, en la época entre 2004 y 2005 fue una auténtica explosión, y son esos los que todavía permanecen en Google cuando tratamos de localizarlos. Los que todavía se van inaugurando acaban muriendo al poco tiempo, porque quien realmente sufre TCA no se encuentra feliz en su situación, y las personas que abrían ese tipo de blogs ni siquiera solían ser realmente enfermas. Os reto a que encontréis blogs actualizados de esas características que lleven en activo más de un año y aún permanezcan. 

Tal y como expliqué en mi trabajo (aún no se puede acceder a él, si alguien lo quiere, que me lo pida a blanzazzy@gmail.com) este es un tema que siempre permanece latente para la opinión pública. De vez en cuando se rescata, los medios le dan un gran bombo, la sociedad se preocupa, las autoridades políticas toman alguna medida (pseudo solución) que aparente solucionarlo, aunque no sea así, la sociedad se relaja y el tema vuelve a quedarse latente.

Ahora se ha vuelto a rescatar de la basura, y lo que proponen desde el Gobierno de Aragón es modificar el Código Penal para que las webs de este tipo sean consideradas delito, y se multe a las plataformas proveedoras (Blogger y demás) que las alberguen. Aquí está la pseudo solución de la que hablaba, que, de nuevo, puedo vaticinar con toda seguridad que será un fracaso porque:

• No es la primera vez que se intenta. El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid ya fracasó exactamente con la misma propuesta en 2010, pidiendo la colaboración de las plataformas proveedoras. De ahí no salió nada más que agua de borrajas y un NO rotundo por parte de Twitter, que se negó a coartar la libertad de expresión de sus usuarios.

• A la iniciativa Protégeles también se le ocurrió algo parecido, proponiendo a los internautas que denunciasen aquellas webs que considerasen peligrosas para la salud, especialmente de los menores. Sí, cerraron unas 350 páginas. Pero sólo sirvieron para que sus responsables se sintiesen perseguidas y presionadas y que volviesen con más ganas que nunca de expresarse. Su primer y último informe es de 2005.

• Blog que cierren, autora que abrirá otro, o se mudará a cualquier otra plataforma. Internet es un universo demasiado complicado de regular. ¿Acaso se va a recurrir a una censura como la que vive China? Su capacidad de expansión es inmensa.

• ¿¿Cómo van a determinar qué blogs son un delito y cuáles no?? Como he explicado al principio, es muy difícil localizar contenidos puramente promotores de los TCA. Clasificar este tipo de blogs es casi imposible, y me parece que no tiene ningún sentido prohibir a una persona que sufre un trastorno transmitir su día a día de forma anónima en la red. Es un universo extremadamente heterogéneo, imposible de abarcar.

Pero aquí, el quid de la cuestión, es que hay un error de concepto. El problema NO son los blogs que redactan enfermas de TCA. El problema son los propios TCA y también la concepción que tiene de ellos la sociedad. 

El tratamiento de los medios de comunicación tampoco ayuda: se ha expuesto a las enfermas de TCA como un enemigo público (y los comentarios que se leen por la red son extremos, donde se les califica poco menos que de asesinas).

Estas personas se han visto obligadas a manifiestarse en la red, desde el anonimato, porque en la vida real su dolencia está subestimada. Parece que no se quiere ver que hay un grave problema psiquiátrico, que les impide distinguir entre buenas y malas prácticas, o aunque las distingan, el peso de su culpabilidad es tan grande que se sienten incapaces de actuar correctamente, al mismo tiempo que sufren una distorsión visual física terrible. Son síntomas reales, igual que un esquizofrénico escucha "voces" que le fuerzan a actuar de determinadas formas, igual que una persona con depresión no puede evitar sentirse desgraciada. Y ni el primero se cura tapándole los oídos ni la segunda contándole un chiste. Tampoco una anoréxica se cura haciéndole comer todo el plato.

Me hartado de leer comentarios en blogs de mujeres (porque no es un fenómeno adolescente, ahí se mueven personas de todas las edades, también hombres) que han puesto su voluntad para visitar al médico y que ni siquiera ellos las han tomado en serio. No hasta que pesan 35 kg, se les marcan los huesos, pierden el pelo y sufren amenorrea, entre miles de males más. Puede que sean pocos esos tristes casos, pero sólo el hecho de que se den, es lamentable.

Antes de llegar a ese punto, hay un proceso, que puede comenzar perfectamente pesando 100 kg, pero nadie se toma en serio a esa chica con sobrepeso que ha "decidido" dejar de comer. Todavía menos aún a esa muchacha que teniendo un cuerpo de escándalo se purga cada vez que come. Las razones que las han llevado a esa situación son millones, y en muchos casos ni siquiera tienen que ver con la estética (en otros sí, y hay una solución que radica en cambiar todo el concepto que se tiene en la sociedad de "belleza", un cambio que necesitaría años de evolución y el apoyo de demasiados actores sociales). Para muchas es una vía de escape para escudarse de otros problemas. El peso es algo controlable, las situaciones sociales, afectivas, familiares, etc. no. Sea como sea, hay un problema psiquiátrico, y no un capricho.

De este modo, tan sólo en Internet, de forma anónima y en una comunidad de personas que se encuentran en la misma situación, pueden verse comprendidas y respaldadas. Y en muchos casos motivadas a recuperarse. Muchas hablan de lo terapéutico que resulta para ellas tener un blog.

Pero si pudiesen expresarse libremente, sin sentirse juzgadas, con su familia o con sus círculos cercanos, estoy convencida de que les resultaría más fácil escapar de su peligrosa situación. 

Los blogs son un grito de socorro, callarlo no ayuda a solucionar el problema. 

Prohibir los blogs es como visitar al dentista y empastarse una muela sin retirar antes la zona cariada. Es una comparación vulgar, pero es así.

Yo comprendo la postura de la sociedad, porque yo misma hubiese respaldado esta medida de prohibición si me hubiesen preguntado hace un tiempo, ¡si hasta con 17 años redacté una entrada de Fotolog poniendo a parir el mundillo de estas personas que ahora defiendo! Hace falta implicarse y mirar más allá de lo que se cuenta para entenderlo, y no es sencillo ni agradable adentrarse y comprender esta desoladora cara de la sociedad actual.

No quiero extenderme más, y no voy a aportar aquí las propuestas que tengo guardadas, tengo que reservarlas para el martes, para algo de lo que ahora no puedo adelantar acontecimientos. Mientras tanto, no dejéis de ver este vídeo, que es una voz entre un millón que se encuentran en la misma situación: